Desarrollo Local Sostenible: adoptar y adaptar
La inteligencia integrada en las herramientas que utilizamos está avanzando exponencialmente y la tentación de adoptar soluciones tecnológicas globales es grande, pero es esencial recordar que inevitablemente llevan consigo los sesgos de sus lugares de origen. Detrás de cada herramienta hay una filosofía, una comprensión del mundo y una forma específica de enfrentar desafíos que aprovecha el potencial que existe en el país de desarrollo. Es muy posible, por lo tanto, que no se ajuste a nuestras necesidades y posibilidades, dificultando su implementación. No quiero que se malentienda, es absolutamente vital mantener una mirada atenta al contexto global. Las tendencias y avances internacionales afectan profundamente el camino que tenemos que tomar y pueden ofrecer valiosas oportunidades, pero deben ser filtrados a través de un lente local.
Tomemos como ejemplo el sector de la edificación. Las demandas actuales, tanto sociales y económicas como ambientales generan la urgencia de pasar de un modelo artesanal a uno industrial. Este escenario urgente es propicio para caer en la tentación de encontrar la bala de plata, el quick win, intentando copiar lo que ha sido exitoso en otras culturas o en otro mo-mento sin considerar con precisión el contexto que permitió su implementación. En esta búsqueda vamos a mirar máquinas, compramos software, usamos formatos de información y tratamos de adaptarnos, con éxito relativo, a una ropa que no calza. Por supuesto que la transformación a un modelo de construcción industrial va a requerir cambios, principalmente de nuestras normas y de nuestro capital humano. Con esto sin embargo no basta, si bien parece lento rediseñar tecnologías, es fundamental que se adapten a nuestra realidad, e implica un proceso de reingeniería que considere nuestras fortalezas y desafíos únicos.
El equilibrio es difícil y el tiempo es corto, las soluciones en formato de recetas prescriptivas son tentadoras, pero no logran adaptarse a nuestras necesidades nacionales, o incluso, si son rígidas, corremos el riesgo de que no logren adaptarse a las diferencias que existen entre cada una de las regiones y provincias del país. Para enfrentar el cambio con la velocidad requerida vamos a tener que fijar claramente las variables de desempeño y dar espacio para que el sector empresarial pueda mantenerse ágil en la búsqueda de soluciones. Pareciera ser que el desarrollo local sostenible es un equilibrio entre adopción y adaptación.