Durante el último año, decenas de titulares han advertido sobre el supuesto avance de la ultraderecha entre los jóvenes europeos. Diversos artículos en influyentes medios de comunicación apostaron por un giro masivo hacia posturas más extremistas entre las nuevas generaciones del viejo continente, generando preocupación a la luz de los procesos electorales que tendrían lugar este año. Sin embargo, una mirada a los resultados recientes revela que esta narrativa no se reflejó en la realidad.

Tomando como punto de partida las elecciones al Parlamento Europeo del mes de junio, es posible observar que en Italia, país donde gobierna Giorgia Meloni al mando del posfascista Fratelli d’Italia, un 54% de las personas menores de 30 años se inclinó por opciones progresistas, donde destacó el avance de la Alianza Verde e Izquierda. En tanto, sólo un 30% optó por partidos aliados de Meloni. Algo más pareja fue la situación en España. No obstante, el voto ultraderechista no superó el 15% entre los jóvenes, al tiempo que más de un 45% se inclinó por partidos de izquierda y ligados al gobierno de Pedro Sánchez.

Por otra parte, Francia sorprendió al mundo el pasado 7 de julio, donde el inesperado ganador de la segunda vuelta de las elecciones legislativas fue la alianza de izquierdas Nuevo Frente Popular. En un contexto en el que muchos hablaban de una posible mayoría absoluta de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, la ultraderecha debió conformarse con el tercer lugar, pese a mejorar sus resultados de 2022. En dicha elección, un 48% de los jóvenes entre 18 y 24 años optó en primera vuelta por el Nuevo Frente Popular. En cambio, sólo un 33% lo hizo por el partido de Le Pen.

Un último ejemplo de esta tendencia lo hallamos en las elecciones generales del Reino Unido del 4 de julio, donde Partido Laborista resultó victorioso y volverá a gobernar tras 14 años. En este caso, un 41% de los jóvenes entre 18 y 24 años respaldó a los laboristas y un notable 18% votó por el Partido Verde. Sin embargo, sólo un 8% optó por los conservadores y un 9% por el ultraderechista Reform UK.

En síntesis, aunque la preocupación sobre el avance de la ultraderecha entre los jóvenes de Europa ha sido un tema recurrente en los medios, los hechos muestran una realidad diferente. La juventud europea ha desafiado las previsiones alarmistas y ofrece esperanza para un mundo más equitativo y sostenible.