Junio y sus conflictos
El mes de junio es fértil en acontecimientos que han dado giros en el devenir de la historia de la humanidad en los últimos 200 años, en los que podemos considerar la derrota de Napoleón en Waterloo y que genero una nueva visión en el balance de poder europeo que tuvo a ese continente casi en paz por 100 años; o también que a partir de un asesinato en Sarajevo en 1914, se inició la Primera Guerra Mundial y que puso en auge a Estados Unidos como Potencia Mundial; y porque no, la Operación Barbarroja (1941) que fue la invasión alemana a la Unión Soviética y cuyo efecto fue la derrota del nazismo y la configuración del mundo bipolar que genero la Guerra Fría.
Estos acontecimientos, que lamentablemente en el currículo escolar han sido desterrados de su importancia, permiten comprender que las guerras como forma ilegítima de resolución de controversias son en efecto, gravitantes en sus consecuencias porque no solo producen cambios desde lo político, sino que también el efecto y los costos hacia la población son de grandes dimensiones en forma directa e indirecta.
Lo ocurrido hace un par de días atrás a raíz del conflicto en el Medio Oriente entre Israel con Estados Unidos enfrentando al régimen teocrático de los ayatolas de Irán es una aplicación de lo señalado en párrafos anteriores y de que hay un cambio en el devenir de la humanidad eso es incuestionable, pero también es la oportunidad de responder una pregunta ¿es esto algo novedoso?
El régimen de los ayatolas es parte de una secuencia histórica que se remonta desde los lejanos Medos que dieron origen al Imperio Persa que describió bastante Herodoto, y se relaciona con las famosas guerras médicas que asolaron la antigua Grecia en los primeros años del siglo V a.c y hace una primera aproximación hacia el otro, al considerarle bárbaro. Luego en el siglo IV a.c, los persas sucumben frente a la expansión de Alejandro Magno y su imperio.
En el siglo II a.c hasta el siglo II d.c surge el Imperio Parto, que bastante dolor de cabeza le dio al mundo romano, al ser una zona conflictiva entre ambos imperios. Después surge un neo imperio persa bajo la dinastía Sasánida, que se enfrenta a romanos, bizantinos y árabes.
En el siglo VII. a.c los persas caen bajo el influjo árabe musulmán, pasando por ocho dinastías hasta el siglo XX y enfrentando a árabes, mongoles y otro pueblos por el control de la meseta iraní y que en el siglo XIX escapa al proceso del imperialismo europeo y declarándose neutral en ambas guerras mundiales (pero invadida por los aliados) y allegándose a Occidente, situación que con la corrupción del Sha, va a provocar el descontento de los grupos religiosos conservadores que darán forma a la Revolución Islámica de 1979, configurando las características del Irán Actual, en que se perdió toda forma de occidentalización y con ello fomentando el integrismo religioso y el terrorismo a través de los diversos grupos que hoy siguen siendo amenazas a la paz mundial.
Entonces, lo ocurrido en estos días no es una cuestión dada al azar, sino que es una sumatoria de factores que lamentablemente se desemboca en un enfrentamiento armado, al no existir intensiones de negociar y llegar a acuerdos, todo en nombre de la hegemonía y de la demostración de poder, que como sabemos, terminaban afectando a los más vulnerables de la sociedad y que la historia se encarga de corroborar.