Alrededor de 7 millones de venezolanos han dejado su país en búsqueda de mayor estabilidad y nuevas oportunidades debido a la crisis política, social y económica que sufre Venezuela. Esta migración masiva ha tenido grandes consecuencias demográficas y de políticas públicas en la región, por supuesto, en nuestro país. Actualmente, residen alrededor de 700.000 venezolanos en Chile. Bien es sabido que las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Chile, al menos durante estos últimos años, no han estado exentas de dificultades sobretodo durante el 2024, producto primero de el crimen del opositor Ronald Ojeda y luego, el asesinato del teniente de carabineros Emannuel Sánchez.

En estos últimos días, las tensiones se han intensificado aún más debido a las bulladas elecciones presidenciales acusadas de ser fraudulentas por la falta de transparencia y procedimientos electorales. En tal contexto, la posición de nuestro gobierno ha sido categórica en no reconocer los resultados de las elecciones, alineándose así con la generalidad de la comunidad internacional que demandan elecciones libres y justas, la exhibición de las actas y que la soberanía del pueblo venezolano sea respetada.

Ahora bien, mirándolo desde la perspectiva del gobierno venezolano, la postura adoptada por nuestro país constituye sin duda una injerencia que el régimen de Maduro evidentemente no sería capaz de tolerar. Sin embargo, nos queda la duda de si la decisión apresurada, sorpresiva e injustificada de retirar al cuerpo diplomático del territorio chileno era la forma correcta para demostrar esta intolerancia. Creemos que definitivamente, no es así.

A pesar de las marcadas diferencias entre ambos países, la diplomacia chilena ha buscado en todo momento mantener los canales de comunicación abiertos, abordando la crisis de una manera constructiva por medio de soluciones pacíficas. Incluso, a pesar de estas fricciones, aún podemos señalar que existen puntos de convergencia diplomática por ejemplo, en temas humanitarios. Creemos que la diplomacia debe ser un instrumento para construir puentes y explorar soluciones que beneficien a ambas naciones, y en consecuencia, a la región en su conjunto, pues como se dijo al inicio, Chile ha sido un destino importante para muchos venezolanos.

De esta manera, la decisión de Maduro de retirar de nuestro territorio y de otros países de la región al cuerpo diplomático venezolano tendrá sin duda un impacto significativo en la seguridad jurídica de la comunidad venezolana en Chile, en cuanto a asistencia y protección en el país de refugio.