Cada 22 de marzo la Organización de Naciones Unidas celebra el día mundial del agua, evento que tiene por objeto crear conciencia sobre la situación actual de acceso al agua potable en distintos pueblos del mundo.

El lema de este año es “Agua para la Paz”, y tiene por objeto concientizar sobre tres ideas claves en que puede repercutir la escasez hídrica, a saber:

1) Creación de paz o aumento de conflicto, entendiendo que las dificultades para acceder al agua conllevan necesariamente una tensión en la población atendida su naturaleza.

2) La prosperidad y paz dependen del agua.

3) El agua puede sacarnos de una crisis, entendiéndose como una oportunidad de fomentar la armonía entre comunidades y países en torno al aprovechamiento justo y sostenible del agua, tanto en acciones globales como locales.

Conforme al último Informe mundial sobre el desarrollo de los recursos hídricos de la UNESCO, el acceso al agua y la preservación de los recursos hídricos son desafíos fundamentales para la sociedad, retos que además se intensifican en naciones con menos recursos y gestión de agua potable.

En ese sentido, Chile no está exento de la escasez hídrica. Durante los últimos años, nuestro país se ha visto afectado por zonas de sacrificio, contaminación de las aguas, desastres naturales y otros causados por el hombre, así como por la alteración de los ecosistemas.

Este problema, significa un desafío no solo para las comunidades locales, sino que para la población en general. En ese sentido, la articulación entre distintos actores es clave para combatir las consecuencias de la falta de agua.

Así las cosas, resulta necesario exigir a nuestros gobernantes que rindan cuenta sobre su programa en materia hídrica, concientización de una vida sustentable, inversión en la investigación e inclusión de comunidades locales en la mejora, gestión y saneamiento de los recursos hídricos.

Cada vez nos encontramos más cerca de los plazos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los cuales se encuentra el garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible, siendo imperante abordar este tema con responsabilidad y voluntad, si queremos cumplir con las metas planteadas por la comunidad internacional, pues tal como señaló Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO: “El agua es nuestro futuro común y tenemos que actuar juntos para compartirla equitativamente y gestionarla de forma sostenible”.