En la actualidad, hemos observado cambios en el sistema internacional desde hace algún tiempo, pero en los últimos años éstos se han visto intensificados por fenómenos como el Brexit, la llegada al poder de Donald Trump y su política de retirada al interior o el refuerzo del poder interno de Xi Jinping en China o Vladimir Putin en Rusia. Estos cambios han creado nuevas fuentes de incertidumbre, produciendo aún más complejidad en escenarios ya inciertos, incluida la incertidumbre ambiental (cambio climático), el aumento de la movilidad humana (consecuencias de refugiados e inmigrantes), el aumento de la interdependencia económica y la interdependencia política. La incertidumbre se convierte en una clave.

Así, se requiere un concepto y una mayor comprensión de las tendencias futuras desde una perspectiva sistémica. Dentro de estas complejas dinámicas, es importante analizar detenidamente cómo se están desarrollando las relaciones entre la Unión Europea y América Latina, dos actores claves. Si bien estas relaciones se han intensificado a lo largo de los años, es cierto que no se han desarrollado de manera homogénea debido a la realidad latinoamericana y los intereses divergentes de los actores relevantes. Sin embargo, las dinámicas nacionales particulares de cada país —configuraciones de poder e intereses— dan como resultado diversas respuestas a los cambios en el sistema internacional y la sensación de incertidumbre sobre el futuro.

El objetivo de este proyecto es compartir la investigación colaborativa, multidisciplinar y especializada desarrollada en ambos continentes con respecto a los posibles escenarios futuros de las relaciones UE-América Latina a medio plazo. Estas reflexiones serán desarrolladas por un equipo de investigación recién formado compuesto por académicos europeos y latinoamericanos que nunca han trabajado juntos. El resultado podría ser el inicio de una interesante red eurolatinoamericana de estudios internacionales