La polémica de los decretos
Durante la semana, se generó un considerable revuelo a raíz de las declaraciones del candidato presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast. El hecho que encendió la discusión provino de una noticia del medio El Mostrador, que expresó las siguientes palabras respecto del candidato: “Se saltará el Congreso para gobernar vía decretos”. Posteriormente, el propio medio publicó una aclaración señalando: “La nota en su versión original utilizaba el verbo ‘saltarse’ para hablar de la relación que establecería el candidato Kast con el Congreso, lo que no corresponde literalmente a sus dichos, sino a una interpretación de lo dicho por el propio Kast”.
La precisión no es un detalle menor. En el debate público, donde las palabras pueden amplificarse y distorsionarse con rapidez, la veracidad y exactitud periodística son esenciales. En la misma instancia, Kast afirmó sobre el Congreso: “Es importante, pero no es tan relevante como ustedes se imaginan”.
Lo que preocupa es el tono y la mirada hacia el Congreso, pues menospreciar la relevancia del Poder Legislativo implica minimizar su función esencial, la deliberación democrática y la búsqueda de acuerdos.
Ahora bien es cierto que en el régimen político chileno la potestad reglamentaria del Ejecutivo está claramente establecida, y que su ejercicio es legítimo enmarcado en límites claros que determina la constitución, pero un proyecto político que busque esquivar ese espacio, atrincherarse en un uso indiscriminado de las facultades presidenciales, corre el riesgo de generar desconfianza en la ciudadanía por más que la rapidez y eficacia de la administración sean el estandarte.
Por último, las palabras, cuando las pronuncia un candidato presidencial, llevan consigo visiones de país, concepciones de poder y, a veces, advertencias veladas.
Por eso, los líderes políticos deben tener extremado cuidado en sus declaraciones y los medios de comunicación en interpretarlas correctamente sin dejar de hacer periodismo crítico. Este imperativo de responsabilidad debe ser mayor en la actualidad donde la vertiginosidad de las redes sociales traen consigo ligereza en el rigor de las palabras empleadas por los actores en la opinión pública.