Seis meses de la Presidencia de Trump
Ya son seis meses de la presidencia de Trump, y nadie puede ser neutral sobre sus acciones, que han transformado la política estadounidense y amenazan con cambiar la economía mundial. En USA hoy, casi no se escuchan voces disidentes en contra de las decisiones de Trump. El Partido Republicano controla ambas cámaras y, como consecuencia, casi no existe contrapeso. De hecho, ya en estos seis meses del gobierno, Trump ha desmantelado acuerdos nacionales de décadas casi sin resistencia.
A Trump le gusta mostrar que tiene la capacidad de obligar a otros a respetar sus decisiones, a pesar de que van en contra de las posiciones tradicionales del Partido Republicano: a favor de la liberalización de la economía mundial y en contra de Rusia. El Partido Republicano tiene control de ambas cámaras, Trump tiene control del Partido Republicano, y la Corte Suprema casi no ha puesto frenos a la expansión del poder presidencial.
En contraste con períodos anteriores, no se busca lograr acuerdos bipartidistas, sino que el equipo de Trump negocia y presiona para lograr el apoyo requerido, por ejemplo, para la aprobación de la Ley de Impuestos y Empleo. Esta, conocida como la Gran Ley Hermosa, transforma de manera dramática el papel del gobierno federal en la vida estadounidense, reduciendo los recursos destinados a programas para las personas más vulnerables y a la energía limpia para asignarlos al control fronterizo y de inmigración, a la defensa nacional y a la reducción de impuestos para las personas más ricas.
Esta posición es coherente con el electorado conservador en lo valórico, pero no liberal en lo económico. Corresponde al movimiento de nacionalismo cristiano, que desconfía y no forma parte del Partido Republicano. Este movimiento plantea que Estados Unidos fue fundado como una nación cristiana y, por lo tanto, debería actuar para mantenerse como tal hoy y en el futuro. Para ello, busca que el gobierno de EE. UU. se declare oficialmente una nación cristiana, para que las leyes se fundamenten en valores cristianos. Desde su primer mandato, se cree que Trump es el líder escogido por Dios para llevar adelante esta transformación. El movimiento es antiaborto, anti-LGBT+ y antiinmigrante. Cuestionan enfoques que analizan las desigualdades históricas de género, clase y raza en Estados Unidos. Para avanzar en este sentido y fortalecer el poder presidencial, el presidente Trump ha firmado 170 decretos con fuerza de ley (decretos ejecutivos presidenciales), y la Corte Suprema no ha deliberado sobre la legalidad de estos decretos.
En estos primeros seis meses, Trump ha mantenido control sobre el Partido Republicano, logrando disuadir la oposición interna al Partido Republicano. Su estrategia retórica de “sentido común” ha mantenido el apoyo del electorado republicano, que sigue apoyándolo a pesar de los efectos negativos probables de sus políticas. Las personas que no están de acuerdo con sus propuestas están equivocadas, y su equivocación los convierte en traidores y cobardes, mientras que Trump, que no tiene miedo de decir verdades simples, es la voz del pueblo.